domingo, 10 de abril de 2011

Te quiero y te deseo... a 300 Km a la redonda

El otro dia experimenté otra revelación trascendental. No sabia si se trataba de una revelación relacionada con la física del cosmos o bien si se trataba de un concepto relacionado con el espacio corporal y el aura humana. En todo caso alguien más o menos allegado a mi me dio la cifra: 300 kilómetros.

Esa es la distancia a la que se pueden cometer toda suerte de tropelias lascivas con el otro género (u el homólogo, según preferencias) sin que aquellos con los que experimentamos roces similares (y quizás mas frecuentes) se percaten de nuestros encuentros alternativos. Vamos, para follar sin que la parienta o el pariente se entere de nada.

Ni me podia imaginar que existiera al respecto tal nivel de erudición. Pero lo más de lo más fue cuando alguien más opinaba que esa distancia es dependiente de cada pais, y que, en su experiencia esa distancia para el caso de mi nación es de 500 kilómetros. Y a todo esto, ¿significa que en reductos como Liechtenstein no existe ni puede existir la infidelidad? ¿O acaso es ya tan flagrante que coexiste con sus habitantes del mismo modo en que lo hace la leche de la nevera? ¿Con qué clase de tesis doctoral habría que ilustrarse para entender mejor cómo estan relacionados todos lo parámetros involucrados en la obtención de la cifra? Igual es cultura popular que desconozco. No se. Este pais es tan raro y tan contradictorio.

Verdaderamente flipé pepinillos. Aunque una duda me acecha... ¿Está salvaguardada mi reputación actualmente?

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