miércoles, 31 de marzo de 2010

El palpitar de la vida

Querría haber escrito esto en el preciso dia de mi cumpleaños. El dia tocayo en que se conmemora que nací. El día en que, como organismo pluricelular, comencé a respirar, a ver, a saborear el aire, a ser acariciado con imágenes,... a percibir las estridencias, los murmullos, … el calor humano.., ese día comencé a existir. 
Me materialicé. Un ser más entre los billones que somos, compartiendo el biouniverso. Insuflado por ese halo misterioso que baña de cinética vertiginosa todas mis moléculas, al igual que las tuyas.

Percibí. Millones de minúsculos interfaces con el mundo exterior a mi materia me mantenían en permanente conexión con la química del exterior,... mis primeros alimentos para el alma... las canciones de cuna, el roce de una mano, un rostro que no cesa de mirarme y que capta poderosamente mi atención, el sabor de los nutrientes,... pero ante todo mi límbica y telepática conexión entre mi alma y las almas circundantes. Pocos se percantan de que les llamo,... ¡niños! ¡Qué radiante energía tienen en sus activos espíritus! Si, con ellos fluyen mejor mis mensajes que con los adultos que no son cercanos a mi.

Actué. Con debilidad y torpeza. Aprendiendo que el único modo de aprender es a base de la exploración y la experimentación. Que nadie va a vivir por mi... que nadie puede entrar dentro de mi carcasa material ni habitarla, que nadie puede saber cómo extraigo mis conclusiones... incluso desde mis primeros ensayos. Nadie me puede transferir su vida, ni a nadie puedo transferirsela... aunque más adelante hubiera querido ofrecerle un pedazo de mi vitalidad a otros... Es de uso y disfrute personal e intransferible.

Sentí. Cuando el mapa de sensaciones y de causas-efecto estuvo casi completo, y había superado el rodaje con el mundo exterior, me permití mi primer gran lujo. Sentir. Ser consciente de mis propias percepciones y generar alrededor de ello un sentimiento de preferencia, o una respuesta que fuera en pos de recibir más ese estímulo o de tratar de bloquearlo. Simples pero elementales sentimientos. Los primeros... con la misma esencia que los que ahora mismo, tiempo después, me mueven a seguir buscando las respuestas y estímulos del exterior que más bienestar me producen... lo que yo mismo he acabado creyendo que es mi propio bienestar.

Razoné. Me despojé mas tarde de la subjetividad de mis emociones y me elevé a un estrato más objetivo... un estrato racional que tiende a aniquilar lo egoista y subjetivo, pero que enfría y mortifica en vida a quien se acoge en exclusiva a la racionalidad como único precepto. Y ello ocurrió sin yo poderlo evitar... aunque con la perspectiva de ahora, me pregunto si los seres que no ostentan racionalidad pudieron evitar esta fase. Tanto da. De ella obtuve el orden de ideas, la comprensión de las emociones de terceros, poder y saber escuchar a otras almas por via oral. Entré en el mundo de compartir. Y mientras tanto, mi cuerpo evolucionaba, mis interfaces interpretaban mejor los mesajes complejos del exterior, mi alma se seguía llenando de emociones,... a menudo complejas, de enamoramiento, de impotencia, de alegría extrema, de camaradería, de admiración, de gratitud...

Abstraí. Pude encapsular y empaquetar en pocas emociones o pocos razonamientos toda una colección de ellos. Aprendí a manejar dentro de mi mente, y a la postre, dentro de mi alma, conceptos, ideas inmateriales, procedentes de materiales brutos que captaban mis sensores, y que digería hasta la extenuación en un proceso infinito de análisis, hasta llegar a la más pura esencia de aquello en lo que focalizaba toda mi atención.

Creé. De la nebulosa de conceptos, haciendo una especie de malabares, descubrí para mi sorpresa que, tras la estela de los mismos, se inyectaban nuevos conceptos, ajenos en principio al contenido informativo de mis interfaces, … surgidos de dentro de mi mismo... como por accidente. Aún hoy día, y en estos precisos instantes, ese momento de creatividad me supone un acto de magia. Ni yo mismo se qué es lo que va a surgir de poner en marcha el mecanismo creativo que al menos yo utilizo y que no es otro que zarandear las ideas que bullen dentro de mi. No se qué surge, pero eso sí... siempre surge algo... algo relacionado con el objeto de mis atenciones. Ese momento me hechiza, me adicciona, tanto, que puedo perder la noción del tiempo, del cansancio, del apetito,... con él.

Comuniqué. Y empecé a ofrecer todo cuanto percibo, razono, siento o creo,... con mi mirada, con mi expresión facial, con mi lenguaje corporal, con mi energía vital, y con mi aura, en plena conexión con mi esencia... la raiz de todo cuanto soy,... esa esencia que es el nodo misterioso que condensa toda mi abstracción y mi conciencia dentro de mi cuerpo material. Y a ello dedico ahora mismo mis pasiones, a la comunicación de toda esta historia personal que yo cuento como viví y como vivo. Y cuando lo hago, siempre me doy cuenta del regalo que es vivir un nuevo día,... y contarlo a tus interfaces.

martes, 23 de marzo de 2010

Breve reflexion sobre el Universo y las fuerzas telepáticas

Me fascina y abruma la magnificiencia del universo, su intensidad y la magia de sus fuerzas invisibles,... propagadas en la distancia... como la telepatia.... Y dicho esto, me sorprende una cosa: un efecto tan natural como la fuerza gravitatoria, al que estamos acostumbrados, que se produce mágicamente sin más que la pura existencia de la materia (la Tierra y cualquier objeto), no hace que otros fenómenos que ocurran a distancia nos los creamos,... como la telepatía o la energía corporal... Curioso este ser humano.

sábado, 20 de marzo de 2010

Y me pregunto...

¿Porqué si todos tenemos el impulso de decir nuestra verdad y nos consideramos  seres civilizados y comunicativos, nos obligamos a no decirla? ¿Porqué, si nosotros mismos deseamos escuchar esa verdad de boca de los demás, al igual que le sucede a cualquier ser humano curiosoy adaptable? ¿Qué se esconde que yo no sepa detrás de esa absurda incomunicación? ¿Porqué ocurre esto si todos deseamos expresarnos y deseamos oir lo que los demás dicen sobre nosotros? ¿Quizás el que tenemos el absurdo pudor de no revelar ante los demás nuestros desaciertos, cuando éstos hablan por si solos en nuestra conciencia (quien la tenga intacta) sin necesidad de que nadie nos diga nada, y cuando, además por si alguien no es consciente, todos erramos continuamente en esta vida?
¿Es acaso la mano oscura de alguien con mentalidad manipuladora la que desea aislar entre si a los seres humanos, inculcando el pudor a lo negativo, para que prospere quien no se lo merece? ¿O lo utiliza como maniobra preliminar para la verdadera manipulacion, siempre basada en la carencia de información? ¿A que se debe esa costumbre de seguir manteniendo un sistema humano basado en la más franca hipocresia,... tanto que hasta se convierte en cultural? ¿Porqué el que miente más es quien más consigue? ¿Qué retorcida mente ha inculcado en nosotros el habito de pensar mal para acertar? ¿Porqué no nos han preparado para enfrentarnos a las críticas de nuestros actos?
¿Porqué se protege tanto al que obra con actos inadecuados, no pudiendolo denunciar?  ¿Es eso buena o mala educación? ¿Porqué existen profesiones enteras basadas en dosificar la verdad y condimentarla sabiamente con ficciones? ¿Se aprovechan de la ingenuidad natural del ser humano? ¿Porqué si queremos tanto a nuestros hijos les inculcamos los valores de ese sistema antinatural? ¿Porqué admiramos tanto a quien mas aparenta? ¿Porqué tenemos, a veces, tanto miedo de compartir con quienes queremos o estamos conociendo nuestras verdades, pensando que éstos van a huir de nuestro lado? ¿Porqué no nos hacemos fuertes de verdad admitiendo la verdad y así, viendo el mundo tal y como es, construyamos algo mejor? ¿Quien no quiere que podamos ver el mundo tal cual es?

No voy a responder a todas estas preguntas, pues pareceria el más díscolo del planeta, pero si que diré una sola cosa: la incomunicación y la mentira van en contra de la naturaleza humana.

La Estacion

Corren aires nuevos, llenos de alteraciones para los sentidos, para el ánimo, para los rumbos. Esos aires espesos que empitonan a las mujeres y a los hombres, que los hacen sentirse extraños tras el letargo, cuando en realidad simplemente están ambos despertando. Quizás para volver a encontrarse uno frente al otro de nuevo beberse sin poder encontrar consuelo.

Aparecen brisas extrañas que surcan los corazones y les dictan sus designios, orientandose a la masculinidad o a la feminidad extremas, donde el instinto se apodera de los átomos de aire y penetra en nuestros cuerpos a través de la piel y los pulmones, haciendonos dulces esclavos del deseo.

Se forjan huracanes de pasion, que se hacen herméticos al mundo, y que giran y giran en una espiral de frenético goce, de incandescente esencia de la vida, donde llueven feromonas frenéticamente y desordenadamente. Y luego se disuelven dejando un vacio extraño cuando acude la calma. Y vuelven a surgir, llamados por la luz de la naturaleza verde.

Se abre la caja de Pandora llena en este caso de almas de colores deseando desearse. Juegan, seducen, flirtean, conquistan, se diluyen entre ellas, se dejan seducir y conquistar. Y así se ilumina aún más el creciente dia, jornada a jornada, y se calienta más aún el aire y el espeso ambiente rezumante de alteración.


Los ojos se abren, miran más. El cabello se enluce y brilla más. La sonrisa se ilumina y gusta más. La piel se muestra, y atrae más. La noche se acorta,... y dura más. La primavera ha despertado,... y ya no hay nada más.




jueves, 18 de marzo de 2010

Nada es para siempre

Y no me importa, sino todo lo contrario. Ha de ser así, para que a ti, que no te conozco aún y dedique mi tiempo a ti, a otros debo dejar de darselo en todo o en parte, fluyendo y mutando el estado de mis afinidades. Ha de ser así para que mis hijas dejen de ser niñas y se puedan convertir en mujeres, para que mi futuro sea mejor ha de dejar de ser como es ahora, para que las cosas se transformen en lo que queremos, ha de dejar de ser como eran antes, para que en discurrir de los acontecimientos o surjan o invente mis oportunidades,... y las aproveche, haciendo que dejen de ser así lo que así era hasta entonces.

La eternidad es un reflejo de los deseos temporales, un abismo imaginario.

Como me alegro que no perduren las cosas,... aunque yo no sienta dolor, porque quien lo siente sabe que llegará el dia que dejará de sentirlo; porque no perduran,... sólo duran mucho tiempo,... el suficiente como para que cambie nuestro prisma y lo que antes era malo ahora es bueno, lo que antes era sucio ahora es inmaculado y armónico, lo que antes era una ordinariez ahora se convierte en una exquisitez,...

Si no existieran los cambios y la temporalidad, no existirían los sueños, ni el amor, ni el vértigo, ni sentiriamos la adrenalina fluir por nuestros sentidos, ni luchariamos por algo mejor ni por nada de nada.

La mejor amiga de toda mi vida, que lo fue durante meses, me contó, me enseñó, y me ilustró el goce de iniciar proyectos, ideas nuevas,... cómo de bullente se siente todo cuando todo es nuevo, y lo atractivo que es,... ya lo sabia yo, porque nada me feascina más que recomenzar, renacer, revivir, descubrir,... pues para ello se me abren los sentidos, se me despliegan los instintos, resucita la creatividad y a fin de cuentas me hace sentirme mas vivo y me tengo mas presente a mi mismo y a mi conciencia.

La mujer de mi vida, que lo fue durante años, me recuerda constantemente que anda buscandome por ahí la mujer de mi vida, que ya no es ella. Lo mismo le digo a ella sobre su hombre. Entramos y salimos sin cesar de las vidas de las personas, y menos mal que es así.

Mi mejor amigo de toda la vida en este momento me dice bromeando, y subrayando en fluorescente el título de este texto, que "el amor es eterno, mientras dura".

El cuerpo nos abandonará lentamente, mientras nuestras ideas, que creemos inmutables, siguen intactas en la mente de aquellos afortunados que adquieren nueva sabiduria cada dia. Sólo perdura la esencia de uno mismo. Ni el soporte digital es permamente, ni las doctrinas o teorías más radicalmente arraigadas a la cultura son eternas.

Por eso, como todo cambia, le quiero sacar provecho y emplear la omnipresente energía del cambio para catapultarme a la parcela de experiencias que yo mismo elija. Ya no quiero ser ingeniero, quiero ser artista. Antes era al revés. Y antes de ese antes era otra cosa. Natural, es como somos. Yo lo acepto y vivo en paz. Puedo crecer y no me quedo estancado en mis experiencias envasadas. Es más no quiero repetir mis experiencias, quiero ser rico y acumular cambio y dinamismo, pero no siempre a la misma velocidad, esa misma que regulada a bajas revoluciones da la impresión de que estamos estancados, y si lo está a altas revoluciones, la vida es loca. Se trata solo de una ilusión óptica.

Y nada es para siempre,... y por eso existe la vida, pues ese lema es su credo principal.

Nada es para siempre,... pero siempre recordaré todo lo que valio la pena vivir.

lunes, 15 de marzo de 2010

La dulce y venenosa seducción

La seducción es un maravilloso refrigerio del cual no me puedo desprender. Con ella tengo una relación tan venenosa como la simbiosis. La necesito y quiero creer que ella necesita de mi. Por esa incertidumbre mía la califico como venenosa y no pura simbiosis, pues a veces creo que es ella, la propia seducción, quien me seduce.

Declarada, aunque sea someramente mi relación con ella, me apetece realizarle un cierto grado de biopsia aun a riesgo de que en el intento Doña Seducción pierda su eficacia para conmigo. Procedamos. Sobre su morfología. Según mis observaciones es una entidad camaleónica, cambiando su forma según el momento y las circunstancias. Y cuanto más lo sea más poderosa se hace y más impregna sus efectos en el objeto indirecto. Así que es multicanal, pues llega por el oído fundamentalmente, es tremendamente oral, aunque las visiones fugaces, las medias presencias, y sobre todo el impacto en el núcleo esencial o el yo verdadero de la persona que es seducida, su yo, la hacen más efectiva. Presenta múltiples métodos de uso, muchos de ellos, según mis observaciones, no documentados aún. Pero lo más básico es que necesita a dos seres que la empleen simultáneamente, aunque cada uno haga uso de los canales que estime oportuno en un momento dado. Y por cierto, los canales son bidireccionales.

Sobre sus efectos. Ella se convierte en embajadora de su emisario y rodea de ensoñaciones que asemejan verdaderas al destinatario que está siendo seducido. Le conmueve el alma, y provoca un torrente de emociones empáticas que van en favor del emisario. En el otro sentido ocurre igual, con lo que se genera una sucesión de constantes interacciones sobre los dos sujetos que se conectan a esa máquina de turbulencias mentales. Por un lado produce esas ensoñaciones que necesariamente provocan respuestas basadas en ellas mismas. No es de extrañar que con ese panorama, y esto es un juicio mio que me licencio decir ahora, alguno de los dos sujetos efectúe acciones fuera de lo habitual, o que se halle fuera de la realidad en un momento determinado. Por eso dice el diccionario que un sinónimo de seducción es engaño obtenido con artes diplomáticas o alteración de la percepción de la realidad provocada con palabrería. Bueno, para mi, y esta es otra opinión personal, también puede ser otra cosa. Y la aclaro, pues no quiero tentar a nadie en pensar en que me baso en ficciones. Brevemente: cuando seduzco prefiero mostrar mi ser, esculpido a conciencia, mantenido intacto e invicto al chantaje o al soborno a lo largo del tiempo aunque sometido a penalidades por mi falsa insolencia o mi evidente carácter díscolo. Para mi es mi mejor prenda de seducción, pues con los tiempos que corren, lo auténtico resulta mucho más seductor en si mismo que el mejor de los artificios. Ese es mi lema, y dicho queda por si acaso alguien gusta de usar la misma arte.

Sobre su modo de uso. No existen reglas infalibles. Depende de los sujetos inmersos en ese privado mundo de contexto exclusivo a ambos. Esa nube escurridiza es altamente difícil de manejar, requiere arte, espontaneidad, ninguna clase de lógica ni sistemática, pues la degradan rápidamente y la convierten en artificial, perdiendo ésta todo su efecto, incluso pudiendo provocar que el otro usuario se desconecte. Cuanto mayor sea la conexión con el sistema límbico y el lóbulo cerebral de las emociones, de la creatividad y los instintos, tanto más manejable se hace.

Posología. Cuantos más canales se utilizan para proyectar el atractivo real de uno de los sujetos, cuanto menos se abuse de uno sólo de los canales, cuanto más efímero sea su uso, contrariamente a lo dictado por cualquier instrumento convencional, más agudo es su efecto. Es que la seducción no es un instrumento, por si acaso se cree eso. Es un ente en si mismo que está presente como el aire que nos envuelve y que en cualquier momento está disponible para vincularnos a alguna otra persona.

Potenciadores. Desde luego que existen factores que pueden activar considerablemente el efecto de la seducción, como la riqueza, la belleza, la posición social, al margen de las cualidades personales de los sujetos. Sin embargo el elemento que más poder tiene es la inteligencia, y no me refiero a la inteligencia académica que es lo que popularmente se asume, sino a las cualidades del ser despierto, del que es capaz de amoldarse a las circunstancias, de sugestionarse y ser sugestionado, de sentir a su interlocutor y sentirse a si mismo, y dialogar con su entorno y ser capaz de transformarlo. Esos seres son mas vulnerables a la seducción, si bien son los que mejores administradores son de sus servicios. Un arma de doble filo.

Sobre sus contraindicaciones. Un consumo o utilización excesivo puede hacer que la experiencia personal quede anulada, y ello conlleva el tropiezo en piedras ya conocidas. Se recomienda administrarla con sensatez. Y una contraindicación que yo desconocía, y de la que me acabo de percatar ahora mismo, es que puede llevar a escribir este tipo de textos sobre ella misma: la seducción. ¿A que es venenosa? Pero dulce...

Quiero darte un beso

Acabas despertar en mi una inspiracion que me impulsa a describirte el beso que te daria.

Ese que no sabes como pero que notas en toda tu envoltura material y consigue traspasarla y llegar a tu verdadera esencia, que es en el fondo lo que quiero querer y cuidar como ya sabes, gratuitamente, y otorgar un instante de la paz que hay en la eternidad, pues esa es mi materia prima, y a lo que saben mis dulces besos.... Tocar tu intangible esencia, ese es el cometido de mi beso mensajero, revivir tu despertar y tu capacidad de sentir lo nuevo, esa es la noticia que quieren llevarte, elevarte por un oceano de nubes imaginarias, seducirte solo el alma... ese es mi beso, para ti.


Invocalo siempre que desees sentir que un beso te toca por dentro...

Soñemos y durmamos



Soñemos y durmamos, profundamente, dejemos a nuestra mente vagar por el pensamiento vacío.
Dejad vuestras conciencias aparcadas al lado de vuestras camas.
Abandonaos al descanso, no penseis, pero tened en cuenta que mañana quereis empezar el días con vigor, con fuerza, con transparencia en los ojos, con esa especie de manto invisible superpoderoso que a veces tenemos encima, con la luz del sol mañanera y dorada como compañera.
Recordad que el descanso es el descanso y olvídate,… se feliz descansando, un día malo lo tiene cualquiera.



Ahora hay que relajarse,
Dejar que cada músculo, uno a uno se distienda y duerma su propia siesta,
Pensar en lo estupendo que será el día siguiente por un instante.
Escruta en la oscuridad las figuras de lo negro.
Sigue escrutando
Cierra los ojos
Olvida una y otra vez… Limpia la cabeza.
Haz que no sientas el cuerpo.
Sigue olvidando.
Y olvidando.
Y olvidando.
 
….
Estás dormida.
Te has abandonado en el vacío y sin color mundo de tu mente y tu imaginación.
Pasará un buen rato hasta que veas algo.
Te verás a ti, soñando, cómo logras que a ese señor no se le caiga la compra de los brazos.
Cómo pasas por lugares desconocidos, cómo convocas a tus amigos en tu mente,
Cómo te enamoras de alguien en sueños, cómo te pones a pensar
En color o en blanco y negrro.
Este mundo real hace que todo sea posible.
Todo vale.
Y siempre los sueños son relajantes.
Si nos acordamos de un sueño bonito nos acordamos durante el día.
¡Ojalá siempre soñemos sueños bonitos!
Acaba mi sueño, quiero continuarlo, pero me he despertado.
¡Vaya¡

Me asomo por la ventana y un sol amistoso, un aire fresco y calmado y una luz dorada y viva
Invaden en poco tiempo mi habitación…
No puedo hacer nada.
El alegre espíritu del nuevo día se ha apoderado de mi.


(Escrito en 1990)

jueves, 11 de marzo de 2010

Un abrazo para ti


Incluso las personas repletas de vida necesitamos un abrazo. Relee esto tantas veces como lo desees. Es para ti. Aqui permanecerá tu refugio de calidez humana para tu alma.

El que te daré te recoge por detrás y te abriga, te recuesta tiernamente y te pide al oido que cierres los ojos. Es un abrazo de espaldas, donde te presto mi apoyo y comparto tu punto de vista,... el del amigo que sigue tu rumbo y te fortifica, mientras caracoleo con mis dedos en tus cabellos, para recordarte que en otros momentos serás deseable y hermosa, pero no ahora que juego con mis manos sobre tu mejilla y te la acaricio fraternal, o casi maternalmente, diria yo. Entonces te acurruco sobre mi regazo y te creo una pequeña cabaña infantil con mi cuerpo, que te aisla, que te procura el silencio para un breve dormitar. Juego con tus cabellos detrás de tu oreja y si percibo que es el momento ronronearé una dulce canción, que oirás a traves de la vibración que recorrerá mi cuerpo. Y te incorporas escalando con tus brazos por mi torso y hombros hasta quedar frente a mi, sentada a horcajadas, para permitir que tu energía corporal fluya libremente, en un abrazo de amantes que ahora es casto, de amigos, pero abiertamente femenino y masculino. Tu espalda necesita tambien ser reconfortada, y por eso mientras hundes tu rostro en mi cuello, y te estrechas con fuerza sobre mi, te acaricio la espalda que es sostén maravilloso de tu cuerpo... cierras los ojos porque te sientes querida por mi.

Recuerdalo siempre que lo quieras.

Cheby Dirval

lunes, 8 de marzo de 2010

Ingredientes del amor

El amor es como un plato de cocina. Se prepara desde el momento en que se acude al mercado a por sus ingredientes, sin dejar de pensar en los cubiertos, la mantelería, la vajilla,... con que vamos a servirlo para degustarlo. Pero lo fundamental es esa receta, sus aromas, los pasos para elaborarla,... tan distintos de una persona a otra.

Por eso tiene sentido hablar de sus ingredientes, de los que se nutre esa sopa celestial que se instala en el alma y refugiamos en nuestro cuerpo. Así es el amor, como una sopa, fruto de la destilación de la esencia de sus ingredientes, pero al fin y al cabo una sopa, que se bebe con la boca, y que se puede acompañar con un vino o simplemente con agua.

Es mi ingrediente favorito una mirada, aderezada con ternura y picardia. El roce de dos manos entrelazandose, la dulzura de una voz susurrante, son también intensas especias. Los besos son el mejor excipiente del amor. Besos de todas clases, apasionados, encendidos, breves, de comprensión, de afecto, de buenos dias, besos de lunes a domingo, de lujuria extrema. El mejor aglutinante son las noches en soledad, ensoñando. El mejor ingrediente, el corazón. Abierto y limpio.

El tiempo que se pasa en silencio permite la cocción. Una lenta cocción que permita que se traben y entrelacen los ingredientes, mezclados con la experiencia de los años, con la superación de momentos difíciles, con la sombra de las dudas, siempre presente aún cuando se cuece el amor, revuelto con el vigor de los instintos. Y sueños, muchos sueños. Que no falten tampoco las ilusiones, ni vivir el presente como nunca, pues son deliciosos ingredientes que ensalzan el sabor de la receta y la tornan adictiva. Agridulcemente adictiva.

Los abrazos aglutinan los ingredientes de la receta para que del amor no se sublime ninguna de sus esencias y estas perduren,... pues si alguna se evapora, la receta puede no tener efectos permanentes y hacernos creer que hay amor, cuando lo que hay es cariño, o simple atracción, o simpatía,... Los años, la edad permiten que la receta macere en adecuada lentitud y adquiera sabores y texturas nuevas.

La belleza y el atractivo le dan su mejor sabor. El respeto y la libertad la purifican. Las caricias del deseo la vuelven adictiva. La entrega y el cuidado la nutren de vitaminas. El afán con el que se cuece amplifica el resultado final. Cada amante en realidad produce su receta y la pone en boca de la persona amada, que la cata y posiblemente la enamore. De inmediato en ocasiones, o cucharada a cucharada... sin quererlo. Y si no se ha cocido bien, quizás la envenene de complejos, perdición, desesperación, engaño o contradicciones y deje en ella secuelas que sólo la mejor receta puede ser su antídoto.

Por eso quiero ser buen cocinero, para dar de beber a mi amada una receta repleta de la sabiduría que atesoro para amar.

Por todas

Las que sois mis amigas ya sabeis que disfruto masajeando palabras con las que construyo una mezcla de dulzura, sensualidad, sensibilidad y lujuria. No quiero ser menos en esta primera entrada de blog, que a decir verdad, no proyectaba escribir,... pero los impulsos, los instintos, ese potente lóbulo derecho que todos tenemos y que el contacto con las mujeres me ha entrenado, no lo puede impedir. Al contrario, es quien ha decidido que mis manos tecleen estos caracteres, salidos desde lo más profundo de mi mismo.

Por eso quiero convertirme en el paladín y caballero de que la mujer se libere, se sienta además libre, que recorra su rumbo, que sea capaz de mirar a los ojos de un hombre, que extirpe toda agonia que le impida recorrer su propio camino, elegir su propio destino, que sienta que se le apoya, que se le escucha, que se le comprende y se le quiere comprender, que se le puede amar, aunque éstas sean palabras mayores, que se sienta acompañada, pero sobre todo quiero que la mujer sea un ser capaz de volar. Volar. Volar y sentir, a la que se le entrega toda suerte de caricias que le hagan elevarse, alcanzar un estado de explosiva plenitud, en una fase que quisiera dilatar una y otra vez, sin cesar, aunque las mareas callen mis labios con su humedad. Libre de buscar el amor. Esa es mi defensa.

Y no me importa lo más mínimo toda suerte de contradicciones que habiten dentro de la ella, a las que en soledad tiene que hacer frente dia a dia y de la que es la mayor víctima. Por eso la comprendo y la quiero comprender, aunque ella no sepa porqué ni cómo lo consigo. Eso tanto da. Por eso se que podré mantener siempre su amistad. Y ese es el mejor regalo que se me podría dar. Pero la mujer no es única y está repartida por el planeta. Y yo mismo, lamentablemente, pese a considerarme un diablo en muchas facetas, no poseo el poder de repartir por el mundo múltiples instancias de mi mismo. Ya quisiera que fuera de otro modo.


Le espero en mi alcoba, para susurrarle al oido de nuevo, cuantas veces necesite, todos aquellos fonemas convertidos en suspiros, mientras está recostada en mi masculino pecho. Le encontraré en el momento más insospechado, en el lugar más aleatorio, en la situación más imprevista, para cruzar mi mirada con la suya, besarle y volver a conocerle.



Para todas las mujeres que se identifiquen con lo que digo, mi mejor beso.