lunes, 15 de marzo de 2010

Soñemos y durmamos



Soñemos y durmamos, profundamente, dejemos a nuestra mente vagar por el pensamiento vacío.
Dejad vuestras conciencias aparcadas al lado de vuestras camas.
Abandonaos al descanso, no penseis, pero tened en cuenta que mañana quereis empezar el días con vigor, con fuerza, con transparencia en los ojos, con esa especie de manto invisible superpoderoso que a veces tenemos encima, con la luz del sol mañanera y dorada como compañera.
Recordad que el descanso es el descanso y olvídate,… se feliz descansando, un día malo lo tiene cualquiera.



Ahora hay que relajarse,
Dejar que cada músculo, uno a uno se distienda y duerma su propia siesta,
Pensar en lo estupendo que será el día siguiente por un instante.
Escruta en la oscuridad las figuras de lo negro.
Sigue escrutando
Cierra los ojos
Olvida una y otra vez… Limpia la cabeza.
Haz que no sientas el cuerpo.
Sigue olvidando.
Y olvidando.
Y olvidando.
 
….
Estás dormida.
Te has abandonado en el vacío y sin color mundo de tu mente y tu imaginación.
Pasará un buen rato hasta que veas algo.
Te verás a ti, soñando, cómo logras que a ese señor no se le caiga la compra de los brazos.
Cómo pasas por lugares desconocidos, cómo convocas a tus amigos en tu mente,
Cómo te enamoras de alguien en sueños, cómo te pones a pensar
En color o en blanco y negrro.
Este mundo real hace que todo sea posible.
Todo vale.
Y siempre los sueños son relajantes.
Si nos acordamos de un sueño bonito nos acordamos durante el día.
¡Ojalá siempre soñemos sueños bonitos!
Acaba mi sueño, quiero continuarlo, pero me he despertado.
¡Vaya¡

Me asomo por la ventana y un sol amistoso, un aire fresco y calmado y una luz dorada y viva
Invaden en poco tiempo mi habitación…
No puedo hacer nada.
El alegre espíritu del nuevo día se ha apoderado de mi.


(Escrito en 1990)

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