domingo, 21 de agosto de 2016

Dartelo todo siempre

Tras infinitos bucles mentales y tras hurgar en los reconditos espacios de mi corazón he llegado a una conclusión, simple, elemental, que me llena y me da miedo, y es que soy y seré tuyo para siempre.

Ni se de dónde me llega la fuerza y la inspiración para decirtelo, ni me importa otra cosa que llenar los espacios incompletos de tu felicidad, porque, ahora lo se bien, te ofrendo mi ser para siempre.

Imagino dos mundos paralelos, uno contigo y otro sin ti, y en el primero es en el único que veo una dicha plena, no exenta de obstáculos, pero si la que me reconforta el corazón como nunca he llegado a sentir y como he deseado sentir siempre.

Y ahora ya siento que nada es capaz de quebrar ni doblegar el convencimiento de mi amor, ni la mas abyecta tentación, ni el más cautivador de los placeres, porque yo quiero el placer contigo siempre.

Quiero hacer de tu presencia una de las dimensiones únicas de mi vida terrenal, quiero sentir la etereofonía de tu alma, con tus cantos que me llegan, que me llenan, que me hacen sentir, quiero refrescarme con la proyección de tu cuerpo, siempre.

Te entrego mi mayor tesoro creativo, por ser musa de mis inspiraciones, te entrego el producto de todo lo que en mi produces, te entrego el sentido que me das, te ofrendo mis mas dulces e inteligentes palabras, te doy todo mi intelecto, destilado, aderezado a tu entero gusto, por siempre.

Ni es por tu mágica sonrisa, ni por tu limpia mirada, ni por ser un paraiso de curvas, ni por ser la más dulce y aterciopelada afrodita, ni por tu infinita entrega, ni por aplacar aún a deshoras mi infinita sed, sino por la pureza de tu alma que me doy a ti, por siempre.

No hay espacio de mi ser que no quiera que no sea explorado por ti, porque me has hecho puro amor, como tu eres, y has sido para mi siempre.

Ni mi cuerpo me pertenece, ya lo sabes, pero lo único que es mio de verdad, mi conciencia y mi alma, es lo que te entrego, todo lo que soy, mi única posesión, para ti, siempre.

Se que tu única codicia es mi amor, regalarte mis sentimientos, mi sonrisa, la ternura de mis emociones, y con eso podrás alimentarte y subsistir siempre.

Ni siento lastres, sino levedad, ni siento cadenas sino libertad, ni siento que no soy dueño de mi mismo, porque tu, que eres mi dueña, porvocas que mi alma salga hacia afuera y me haces sentir la verdadera libertad, por siempre.

Te quiero ahora, y te querré siempre. Quiero dartelo todo siempre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario