viernes, 24 de mayo de 2013

Cuando te quieren...

Cuando uno es querido por alguien a quien se quiere, la paz y el refugio están asegurados. El cobijo y el alimento del alma existen en quien nos quiere. Nos podemos nutrir de ello a la vez que nutrir nosotros. La fortuna aparece en forma de ese ser que nos ama, que nos reconforta con su mirada, con el anhelo de que estemos bien, como si de una misión que no puede fracasar se tratara.


 Estar bajo el paraguas de alguien que nos quiere es lo mejor que nos puede ocurrir. Es sencillo. Y es lo más grande. El mejor regalo de la providencia, pues alimenta el alma, endereza y equilibra nuestras emociones. Es la verdadera riqueza que tendremos tanto en muerte como en vida. Que nos quieran.


 Hay quien no se sabe porqué se le quiere, y hay quien, mereciéndoselo aún no ha encontrado quien le quiera. Es una de las facetas caprichosas del amor. En muchas ocasiones asemeja una ruleta o una lotería. Hay quien nace con seres que le aman, y hay quien no. Y hay quien muere siendo querido y hay quien no.


Ahi estriba la verdadera suerte y riqueza de la vida, más que cualquier otra divisa. Porque es el amor el alimento de la energía que nos impulsa a los logros, a superarnos, y es el contexto del éxito y la verdadera felicidad, no tanto los lances y obstáculos o circunstancias particulares de cada cual. El amor todo lo puede, y si nos aman, nos hacen, así, todopoderosos, invencibles, y, sobre todo, poseemos de veras el brebaje verdadero, el brebaje de la vida.


 Por eso digo que tengo la fortuna y la riqueza de sentirme amado, querido hasta la médula y sin condiciones, y por ello mi existencia es plena. Por ello digo que sentirme querido es mi única y verdadera posesión en vida. Y por ello, en este ejercicio de conciencia, quiero clamar bien alto que me siento agradecido y mucho más que dichoso!

 Gracias por quererme...



 Cheby Dirval
24/Mayo/2013

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por dedicarme estas palabras salidas desde tu alma. Solo añadiría algo que oi una vez y me encanta, aunque lo diré con mis palabras. Cuando se ama, el ser amado se siente casa, y eso es lo que siento cuando estoy contigo, siento que estoy en casa. Te amo infinitamente, te amo para siempre.

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    1. No tengo palabras ni diccionario para responderte, ni idioma, ni código comunicación alguno... sólo que eres el ama de mi corazón y que amado me siento por ti, y por ti vivo y muero de amor.

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