Rozame ,con la poesia erógena de tus manos, de tus cabellos, que me apasionan y aprisionan. Castígame, haciendo que sucumbas con tus éxtasis entre mis dedos, entre mis labios, entre tus muslos,... Aprisioname, en tu alma, en tu ser, en tus pasiones, en tu lecho, en tus sueños, en tu frenesí, en la mismísima llanura de tus placeres. Circunscríbeme, dentro de tu imaginación, ubicado en tu esencia femenina, fustigado por el lacerante placer de tu tacto, arrebatado por la geografía de tus curvas, navegando en el oceano de tu volcán de afrodita.
Así es como estoy, dulcemente contigo, pero preso por la pasión que me inoculas.
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